Ahora que se estuvo tocando el tema de las campañas sociales hacia distintas problemáticas vino a nuestra mente la campaña Cineminutos contra la corrupción; originalmente esta campaña se introdujo a manera de cortometrajes en las salas de cine, sin embargo, algunos de los spots fueron incorporados y adaptados a la televisión. Sin duda el más recordado por la polémica de su contenido fue el de la señora que estaciona su auto frente a una rampa para minusválidos.
Ante estos contenidos llegamos a la conclusión de que resulta hasta cierto punto muy efectivo utilizar el fatalismo e imagenes perturbadoras para la realización de campañas sociales en una sociedad como la mexicana, donde el desinterés por las causas sociales sólo se pierde en eventos mediáticos como el TELETON y donde la corrupción se ha convertido en algo cotidiano.
A pesar de ello creemos que este punto de vista puede variar si se tiene una buena estrategia, porque no será necesario utilizar imágenes como éstas.
1 comentario:
Yo no estoy de acuerdo con ustedes, nunca será buena ni creativa una campaña publicitaria social cuando ésta recurre al fatalismo para lograr algún efecto en el segmento meta, lo único que causa es risa y molestia por parte del espectador; pero no pasa nada más, no genera ninguna acción ni da pie a un cambio de actitud.
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